13 Ene la justicia del miedo
Previamente a las elecciones en el Pais Vasco se planteo en fase de instrucción el enjuiciamiento por un delito de prevaricación, (negociación con los «representantes políticos de una banda armada»), del actual Lehendakari, Juan José Ibarretxe, el jefe de los socialistas vascos, Patxi López junto a Rodolfo Ares, y el de siempre, el sinvergüenza de Arnaldo Otegui y cinco de sus secuaces.
Este tipo de presuntos delitos deben ser juzgados por el Tribunal Superior de Justicia del Pais Vasco, que es como el Tribunal Supremo en las Comunidades Autónomas que tiene delegada la competencia de impartir justicia, sin menoscabo, de poder recurrir la citada sentencia, en última instancia, ante el Tribunal Supremo.
Al comenzar el juicio la semana pasada, el Presidente del Tribunal, el magistrado Fernando Ruiz Piñeiro, se planteó la posibilidad de suspender el juicio. En el día de hoy, se ha producido la suspensión del juicio por las negociaciones con Batasuna, por encontrarse el Pais Vasco, en proceso de precampaña electoral.
Después de escuchar en el día de hoy: a Ibarretxe decir, que «Esperemos que nunca más el diálogo político se siente en el banquillo en este país y que este sinsentido se haya acabado para siempre»
Y de oir a Otegui, por boca de su abogada, que el sobreseímiento de la causa era «la única salida que tenía el tribunal» porque «las acusaciones populares no tenían legitimidad para seguir adelante».
Sinceramente… se me queda una cara de tonto, por no decir otra cosa, que me hace llegar a una reflexión muy sencilla: en este pais, llamado España, y con este gobierno, vale absolutamente todo. Negociar con una banda terrorista queda legitimado, después de ver y escuchar, a estos dos señores, y verles disfrutar de lo que dice. A parte de escuchar a Patxi López diciendo:
«Que la justicia no puede judicializar la labor política….»
Pero que se han creido estos políticos de hoy en día: precisamente, el Poder Judicial tiene una labor de control sobre el Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo; que pasa que la política, los políticos, etc, están fuera de ese poder. Este juez no tiene ninguna culpa, simplemente, viendo el panorama, y probablemente, temiendo por su vida y por otros parametros judiciales, habrá tomado esta decisión, y que le vamos a hacer. En el Pais Vasco, en este pais, como dice el Lehendakari, hablar con terroristas, o con sus defensores, de un pacto político es algo normal.
Las cosas que ocurren en ese «pais», no es que clamen al cielo, es que dan auténtico pavor, auténtico miedo. Y encima llevamos así 40 años, subyugándonos a los que dicen 200.000… no se como llamarlos.
¿Qué opinas de esta realidad de la justicia del miedo?
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