09 Oct Padre, tío, abuelo
Ayer mi hermano pequeño, aunque ya no es tan pequeño, tiene 32 años, tuvo su tercer hijo. Quizás hasta ahora, y eso que soy el mayor, no me había dado cuenta de lo que te cambia la vida cuando tienes un hijo.
En mi caso un nuevo sobrino, que ya es el sexto. La realidad no consiste en que te cambie la vida, o no, simplemente cuando ves una criatura tan pequeña, te das cuenta de lo bonito que es vivir, te das cuenta de la gran suerte que tienes de haber nacido en una familia, como la que tengo, que se preocupo desde el primer momento de mi educación, de mi salud, de mis heridas, de mi felicidad.
En días como hoy me doy cuenta de la gran suerte que tengo, y de cuantas gracias debería dar por cada minuto que estoy vivo, por cada minuto al lado de mis amigos, de mi novia, de mi madre, por tantos y tantos minutos al lado de mi padre y por supuesto de las cosas que te enseña la vida, cuando un hermano tiene un hijo/a. Gracias.
Los que leeis este blog y sois padres sabéis de que estoy hablando. Yo aun no he tenido hijos, pero todo llegará. Hoy iba a escribir sobre lo mal que están las calles en Madrid, de los agujeros, de los baches, y de lo mal que anda el tráfico en días tan cercanos al Día de la Hispanidad.
En días como hoy solo me queda dar gracias a mis padres por la vida que me dieron, por todas las cosas que me han enseñado y dar gracias a mis hermanos por los 6 sobrinos/nietos que nos han concedido a mi madre y a mi.
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