05 May Personas y Marcas digitales
En los últimos tiempos han proliferado, en nuestro ecosistema, voces diversas, cada uno con sus razones, que hablan sobre el tema del tratamiento que debemos tener y debemos dar a nuestros perfiles digitales.
Hace un par de semanas comencé a leer el blog de Maria de Andres, y su ultimo post, «Estimada empresa X: yo soy persona«, junto a algunas conversaciones con un par de futuros clientes me reafirman en el pensamiento de tratar de diferenciar un perfil digital personal del corporativo.
Cuando comencé a trabajar en 2007 en la revista Interactiva, referente en las publicaciones de marketing digital tuve el convencimiento que cada marca debe tener su perfil digital, con independencia de la persona o personas que lo gestionen. Ósea, que el perfil de @movistar_es, aunque pueda estar gestionado por si director de marketing, en ese momento gestiona el perfil de una marca.
Las marcas, sin embargo, en muchas ocasiones tratan de hacerse con ingentes cantidades de admiradores, amigos, consumers y fanboys, sin pensar que son personas, personas de carne y hueso, que pueden ser fan o no de tu marca, porque los gustos de unos no son los mismos que los de otros.
Por ejemplo, una marca de automóviles desea llegar a los usuarios hardcore, consumidores de deportivos, y diseña con su agencia una estrategia en medios sociales. En ocasiones encontramos que la agencia o la propia marca quiere cumplir con unos datos, simplemente datos, sin pararse a pensar como es el usuario de este tipo de productos.
Y se lanza a la carrera sin cuartel, sin pausa, hasta que consigue «X» numero de fans, admiradores o seguidores. Algunos utilizan herramientas como YouTube para lograr visitas a su site, y, otros buscan fans desesperadamente para su FanPage de Facebook.
En los últimos meses, desde que comencé a trabajar por mi cuenta, en el diseño y desarrollo de estrategias digitales, he tratado de tomar la dirección adecuada en este sentido.
Al hablar con un posible cliente he llegado al convencimiento de tratar de ser muy honesto con el cliente, y explicarle con razonamientos validos, sobre la importante diferenciación del perfil personal y el perfil corporativo.
Como muchos sabéis, hace alguno meses, la red social por excelencia, Facebook, con 400 millones de usuarios, tomo la determinación de proveer a las empresas de herramientas de social media propias para las mismas, a través de las FanPages. Muchas marcas, que hasta entonces venian utilizando perfiles personales, dieron el salto y pasaron al otro lado del rio, creando su página de empresa, de la que te puedes hacer admirador (hoy me gusta). Muchos, por el contrario continuaron con el viejo esquema, obsoleto, por otra parte, y que en muchas ocasiones confunde al usuario, ya que lo normal es tener amigos de carne y hueso, y no entes mercantiles, de los que cuando menos puedo ser admirador.
Llegados a este punto resulta curioso comprobar como, por otra parte, las marcas, a la hora de conseguir fans o amigos, se embarcan en una guerra sin cuartel, enfocada a conseguir cuantos mas fans mejor. Cuantos de esos fans, de gran cantidad de marcas, consumirán alguna vez un contenido de una marca, de la que se hicieron fan por el mero hecho de que están sus amigos, o, simple y llanamente, porque son coleccionistas de amigos o de marcas.
Desde hace cinco meses, habitualmente, cada día, en varios momentos de la jornada, recibí en mi perfil de Facebook invitaciones a diferentes tipos de paginas. Normalmente aquellas que son agencias de publicidad, de comunicación, marketing, social media, suelo aceptarlas, porquee interesa conocer que hacen, que soluciones aportan, y, por encima de todo, para aprender.
Mientras otras muchas marcas, directa o indirectamente, tratan de conseguirme como admirador, se produce una disyuntiva: lo hacen, realmente, para que sea admirador con algún fin; o simplemente para tenerme como un número más.
Hay opiniones para todos los gustos, pero, en más de una ocasión, me he inclinado por la segunda opción, porque yo esa marca, no es que no la conociese, es que sencillamente no es mi preferida. Hasta hace bien poco, aceptaba ser fan de cualquier marca, porque la invitación me llegaba via algún conocido; sin embargo, desde hace un par de meses he tomado la determinación de ver primero quién es esa marca, quién está detrás de ella, qué me puede aportar, qué valor diferencial tiene con su competencia, y, después de contestadas, he tomado una decisión.
El bombardeo, como decía más arriba, es diario, y, aunque, solo tengo 1400 contactos en Facebook, no se si es por eso, o, porque las marcas o sus gestores necesitan tener fans y, cada vez, más fans, pero me siento más que persona, un poco objeto.
Acumular amigos en nuestros perfiles personales, acumular admiradores en nuestros perfiles corporativos, ¿para que sirve? ¿para decir bien alto que somos los más guays? No, me niego, en rotundo. Pero no por nada, simplemente, porque trato de estar conectado a esos contactos, en el caso de mi perfil digital personal. Y, en el caso del corporativo, porque me parece fundamental dar contenido a todos los seguidores que tiene una marca.
Finalmente, cada marca tiene un objetivo claro en su estrategia de Social Media, por ejemplo, Movistar, tratará de vender sus productos, y crear comunidad alrededor de su marca: qué conste que no soy fanboy de esta marca, simplemente, me gusta como lo están haciendo, porque detrás hay una agencia que sabe de que va esto del Social Media, la gente de Territorio Creativo.
Aprovecho finalmente mi blog para mandarle un afectuoso y cariñoso saludo a Juan Luis Polo, al que muchos conoceréis, que se encuentra en plena recuperación de un accidente.
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