SGAE: los mayores gorrones

20 May SGAE: los mayores gorrones

Llevamos tiempo diciendo, en muchos foros, que la SGAE debe bien desaparecer o reconducirse hacia una defensa real de esos derechos que dicen que defienden, sin perseguir por ello, a quienes utilizamos los contenidos para nuestro uso y disfrute. Y, después, de varios meses oyendo y leyendo a Teddy Bautista despacharse a gusto en sus críticas a todos los internautas, resulta, que la SGAE no paga los derechos de autor al 90 por ciento de sus asociados. Sí, sí, como suena al 90% de sus asociados: por ejemplo, al pianista José Antonio Prieto, antiguo inspector de la SGAE, la sociedad general de autores le adeuda más de 1 millón de euros, en concepto de sus derechos, que equivalen a los derechos no cobrados en los últimos 18 años.

En tiempo no muy lejanos, Pilar Bardem ya se encargó de agradecer a Mª Teresa Fernández de la Vega, que si se aprobaba el canon digital, los artistas sabrían apoyar al Gobierno. Cosa que han hecho. Pero clama al cielo, que aquellos que se encargan de defender esos derechos de autor, sirviéndose de armas, que en muchas ocasiones violan los derechos de los ciudadanos, sean, precisamente aquellos, que en cantidades ingentes, deben dinero a sus artistas, y se permiten el lujos de construir excelentes mansiones en New York, y preparar fastuosos funerales como el de mi admirado Antonio Vega, al que seguramente, le debían bastantes de esos honorarios. Es vergonzoso que la SGAE vele más por sus «derechos» adquiridos, que por defender otras políticas más encaminadas a crear un modelo de negocio, más acorde a los tiempos que corren, sin, por ello menoscabar la integridad y el buen nombre, de muchos que utilizamos los contenidos para nuestro uso privado.

Lo de haber tratado de cobrar derechos de autor por villancicos las Navidades pasada, ya clamó al cielo. Pero si realmente esos euros fuesen a sus autores, aunque mal, al menos daríade comer a muchos músicos, que generando contenidso hace años, hoy se mueren de hambre, porque, gente como la de la SGAE no les facilita o no les provee de esos emolumentos.