21 Nov Cenando calsots
Hará casi dos años, que no comía calsots, calçots como se escribe en catalán, desde aquella invitación de Dani Alcaráz de Bloguzz en Barcelona, cerca del Paseo de Gracia. Aquel día le cogí afición a los calsots, al romescu y a las avellanas, que sin ser de Tarragona estaban espectaculares.
Cuando a principios de año empecé a leer «Todo va a cambiar» de Enrique Dans, descubrí en un capítulo, que el bueno de Quique compraba algunas cosas culinarias en determinadas webs, las naranjas, los mariscos y el pescado, los tomates, y, como no, los calsots. Busqué la página de los calsots de Valls, me suscribí a su blog, entre en su grupo de Facebook y me hice seguidor de su perfil en twitter. Pero, como muchas cosas en la vida, cuando leía esas páginas, la temporada de calsots había terminado.
Hace diez días llegaba un notificación a mi lector de RSS de su blog, lo que me animó a montar mi primera calsotada. Pedí los calsots hace una semana, para 8 personas, el pack familiar, recibiendo algunas instrucciones sobre el envío: los calsots son recogidos el jueves antes de las 16.30, empaquetados, con sus correspondientes baberos, con una carta de instrucciones y con el romescu, una salsa digna de los mejores paladares, y son entregados en el domicilio del comprador al día siguiente, viernes antes de las 14.00.
Yo, que para el tema de los envíos son un tanto escéptico, me quede gratamente sorprendido cuando los calsots llegaron a casa a las 12 de la mañana del viernes, y que pedazo de calsots…
La presentación, austera donde las haya, me sorprendió gratamente, los calsots, los baberos, el romescu y las avellanas, nada del otro mundo, pero bien presentados, como corresponde a una calsotada. Esas empresas que adornan, de cara a las Navidades, sus productos navideños, para darles un empaque mayor del que tienen, en muchas ocasiones me sacan de quicio.
Finalmente, y es algo de agradecer, el mismo día que salen los calsots de Valls, recibes un email de confirmación sobre la salida de tu pedido en dirección a Madrid, y una serie de consejos. En ese momento pregunté por el romescu, al desconocer si sería la salsa que viene en el pack, siendo mayor mi sorpresa cuando recibo un mail de Oscar Pascual de la propia tienda virtual, explicándome que el romescu que recibiré está para chuparse los dedos.
La calsotada la hicimos anoche, sábado, para 8 personas, los calsots salieron bastante bien, a pesar de estar hechos al horno. Gracias a la cantidad generosa que envían los chicos de Valls, tenemos calsots para otro día, y de los hechos, hoy hemos vuelto a dar cuenta de ellos. Nos falló mi amigo catalán, que hubiese sido de gran ayuda, porque no recordaba que parte del calsot es la que se come, pero finalmente salieron geniales, acompañados por una butifarras, que si bien no eran dulce, las endulzamos con miel, añadiendo de postre una estupenda tarta de manzana hecha por mi mujer.
Sencillamente genial. Repetiremos en breve, pues tenemos unos 150 calsots más en casa. Los chicos de Calsots de Valls tienen muy bien montado el portal, y aconsejo que si te gustan los calsosts, no dejes de visitarlo, porque, además un primer plato por ese precio para 10 no lo encuentras en muchos sitios hoy por hoy.
Oscar
Posted at 16:26h, 23 noviembreChico… no sé qué decir. estoy impresionado, y muy agradecido. Está claro que te han gustado, y que te hemos impresionado gratamente.
Aquí estamos para lo que tú quieras.
Un saludo cordial.
Oscar. 😉
donde ponemos la publicidad | Kike Martinez Bermejo
Posted at 18:26h, 24 noviembre[…] de no ser incisivo: si lees mi anterior post sobre los calsots puedes encontrar una nueva forma de hacer publicidad, de conseguir ventas, conversiones. Compré […]