02 Abr descubriendo la experiencia de usuario…
Leyendo el pasado martes algunos comentarios, a raíz del post «iPad: se acerca la hora de la verdad«, escrito por Enrique Dans, no pude por menos que contestar a alguna persona que hablaba sobre la usabilidad o la poca visión de Apple a la hora de crear un gadget, que sólo serviría para unos pocos.
Tanto en asuntos relacionados con la tecnología, como en aquellos relacionados con la estética de las cosas, suelo ser partidario de hacer una escucha activa, que suele concluir en una reflexión más sosegada, racional y profunda, que cuando hablamos del fragor de las batallas deportivas.
Ayer tuve la oportunidad, pues aunque trabaja al lado, cada vez hay menos ratos de hablar sobre estos temas, de comer con mi hermano pequeño, él estudio arquitectura y hoy es un profesional con unas expectativas de crecimiento a nivel profesional bastante notables. Desde el inicio de su carrera profesional trabaja en IDOM, conocida empresa vasca de ingeniería, y, hoy por hoy, conscientes de su potencial, es el Jefe del Proyecto de sus nuevas oficinas en el barrio de Montecarmelo, a escasos 50 metros de mi vivienda.
Cuando escucho hablar a mi hermano de tecnología o de estética, siempre le oigo poner un punto de cordura, y ayer, no fue una excepción.
Entre los cuatro hermanos, el primer iPhone que cayo en nuestras manos fue el mío, un modelo 2G americano con jailbreak, ya que aquí aun no se comercializaba, al mismo tiempo que un iPod Touch. Al poco tiempo, con la llegada del 3G, el modelo negro, hace unos meses, el modelo 3GS con 16Gb de memoria. Hoy esos gadgets están repartidos por toda la familia. Hace unos 6 meses volví al redil de Mac, después de dos años utilizando un portatil de la marca Acer y otro de HP, porque la experiencia de usuario es brutal.
Ayer, como decía, mi hermano pequeño, no tan pequeño claro, va camino de los 34 y está esperando el cuarto hijo, me hablaba sobre el iPad mientras buscaba información en mi iPhone 3GS (él es un enamorado de la tecnología, pero es el menos tecnológico de la familia), y reflexionaba que en determinados ámbitos profesionales o personales, quizás el iPad tuviese una presencia muy grande. Él no dispone de un portátil ni un Netbook, pero claro él necesitaria uno con posibilidad de disponer de Autocad y Photoshop, y claro para esos menesteres ni el iPad, como tampoco ningún Netbook, que a la mínima se queda colgado (Autocad necesita muchos recursos de ram).
Sin embargo, durante la conversación, sus ojos fueron cambiando de aspecto y color, con tres hijos pequeños duerme poco, al utilizar el iPhone. La experiencia de 2 años y medio de quien escribe, y su experiencia, cada vez que tiene uno entre sus manos, le han ido convenciendo cada día más. No es que lo necesite como el comer, pero de sus palabras entendimos todos, su mujer incluida, que el próximo que quiere es un iPhone, sin temor a equivocarnos.
Y, ¿por qué? Sencillamente por la experiencia de usuario y la usabilidad del iPhone. Como él decía, disponer por 15€ de tarifa plana, de información en la palma de la mano, allí donde se encuentre, no tiene precio. Él es más fuerte que yo, tiene dedos más rudos, pero utilizaba mejor el iPhone con pantalla táctil, que su Nokia con teclado tradicional. En cinco minutos se hizo con los mandos de semejante nave, como decía uno de sus hijos, color, usabilidad, experiencia, navegabilidad, información a golpe de click, con una tarifa plana real.
No se si él lee mi blog, porque, según dice, en su bandeja de entrada hay mil y pico mails sin leer, aun en negrita, pero desde luego su experiencia en 20 minutos, vale más que todas esas críticas que leía hace un par de días en el blog de Enrique Dans.
Hoy, me decía, van a ir a Ávila con sus hijos: la información que le pasé en dos minutos sobre las procesiones le vino de perlas; él no es nada expresivo, en ese sentido, pero sus ojos lo reflejan todo: estaba encantado. Mi cuñada sugirió comprar uno cuando nazca su cuarto hijo, yo sin ella saberlo quizás me adelante.
Mi hermano me ha servido para entender, que muchas veces, nos enfrascamos en discusiones bizantinas sobre las nuevas tecnologías, ah, él no usa twitter, tiene un perfil en Facebook, que no actualiza, y qué lo que debemos hacer es atender a esos usuarios, que no siendo frikis de la tecnología, sin embargo, con su mirada, nos abren los ojos y el entendimiento a la hora de mantener una discusión sobre el iPad, el iPhone, etc.
Me parece, vital, la experiencia de usuario, pero por encima de todo, escuchar sobre la misma, a quienes no son enamorados de la tecnología.
Gracias, por hacérmelo entender ayer.
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