donde ponemos la publicidad
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¿dónde ponemos la publicidad?

¿dónde ponemos la publicidad?

Esta mañana, camino de e-strategia, la agencia digital en la que trabajo desde hace un mes, llegaba a mis manos el último número de la revista Interactiva que, sin temor a equivocarme, es el único soporte que aun leo, de principio a fin, en papel; y esto, en alguien que ha pasado por toda la transición del modelo de contenidos en papel a un modelo puramente digital, aunque muchos se empeñen en dejar un buen lugar para el papel, es cuanto menos, extraño: muchos amigos piensan que soy un friki y, posiblemente nada más lejos de la realidad, pero la comodidad de leer en diferentes soportes la misma información es algo impagable.

Como te decía, leyendo el último especial de Interactiva que versa sobre medios (de comunicación) y  redes publicitarias, me llamó la atención uno de los primeros editoriales, de una de las personas que escribe en la revista desde hace bastantes años, me refiero a Daniel Megías de  Adtiviti, en el que habla sobre el manido tema de si la web está o no muerta, y apoyando su tesis, soy de los que piensan que la web no ha hecho más que nacer. No se trata de tener una web, un site o un microsite, simplemente por tenerlo, sino que debe ser algo vital para nuestra estrategia de venta como marca, sea de venta y conversión o de puro branding.

Apunta Daniel, «que cada vez con mayor frecuencia los usuarios entran en Facebook, y no salen de allí para entrar en lugares de búsqueda como Google, pues preguntan a los miembros de su comunidad por tal o cual producto, y los mismos contestan con sugerencias y enlaces…» «Además se consolida la tendencia de crear aplicaciones fuera de la WWW, en las que el usuarios navega por Internet pero sin salir de la aplicación de su soporte, como el iPhone, iPad o Android»

Para finalmente, y aquí es donde quiero llegar, termina el artículo preguntándose «¿qué dónde vamos a poner la publicidad?» Y, aunque la respuesta parece bastante obvia, no es así para muchas de esas marcas, que no tienen claro si deben salir de la prensa, de la TV, de la radio, o entrar o no en sitios como Google, Yahoo, Bing o Facebook.

Cada cliente, cada marca, debe escuchar a quien entiende sobre el mercado publicitario, sobre el mercado de la comunicación o sobre el mercado de las estrategias de venta, de marketing, etc. Como decía está mañana Eva Montagut, de Llorente y Cuenca, «las empresas deben, primero escuchar en la web 2.0 sobre lo que se dice en la red sobre ellos, y después, a lo mejor abrir una página en Facebook«

De lo contrario, correrán el peligro de seguir preguntando, a su agencia, a su central de medios, dónde poner su publicidad, dónde insertar sus anuncios, dónde darse a conocer. El escenario ha cambiado y va a seguir cambiando, pero a pasos agigantados. Y no parece que las redes sociales vayan a ser una moda pasajera, como se apunta desde diferentes sectores, porque las estrategias publicitarias, en definitiva, la comunicación se continuará reinventando cada día, debido, en gran medida, a que el usuario, el señor que veía los anuncios en la televisión, se ha cansado de ser un mero espectador.

Por esa y, por otras muchas razones, parece que los modelos de publicidad  en los que se targetizada y segmenta para nichos muy concretos son los que van a triunfar, porque no se tratará de hacer publicidad, como hasta entonces intrusiva, sino que contaremos con el consentimiento por parte del usuario en muchos casos. Empresas como Qustodian, que ha creado una red publicitaria móvil, que envía anuncios en base a un target consensuado con el usuario, parece que tienen todas las de ganar.

Por eso más que preguntarnos sobre dónde pondremos la publicidad, la pregunta habría que hacérsela en otra dirección, dónde estará el usuario, cómo haré para llegar a él, cómo le fidelizo, cómo hago para que sea prescriptor de mis productos en esas conversaciones con sus amigos.

Trataré de no ser incisivo: si lees mi anterior post sobre los calsots puedes encontrar una nueva forma de hacer publicidad, de conseguir ventas, conversiones. Compré esos calsots en Calsots de Valls, por una recomendación de Enrique Dans en su libro «Todo va a cambiar«, los cociné al horno, cuando normalmente se hace a la brasa; la gente del portal, Oscar Pascual, me invitó a subir fotos en su página de Facebook, lo hice, incluso he subido fotografías de una tortilla de calsots. Que quede claro, que ellos no me pagan nada por escribir este post, ni ninguno. Pero su modelo de venta triunfa.

Desde luego quien me pregunte dónde comprar calsots le daré la dirección de esta web para que los compre allí. Porque no sólo es importante la venta, sino, por encima incluso de la misma, la fidelización es vital para conseguir más clientes. Si envío publicidad segmentada a los gustos e intereses de los usuarios podré obtener leads, conversiones, ventas, contactos, una base de datos, referencias, etc.

El modelo de comunicación publicitaria no dista mucho del que teníamos hasta hace poco tiempo, lo que han cambiado son las formas, la aparición de nuevas herramientas tecnológicas, siendo un asunto muy importante, el cambio de mentalidad de las personas, de todos los actores que intervienen en el proceso.

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