14 Jul Esa gran luchadora
Haría cuatro meses el 21 de julio, qué escribí un post en mi blog sobre una de las mejores amigas de mi madre, Pilar Calderón, titulado «La Ley de la Vida«.
Han sido cuatro meses de lucha, de lucha por vivir, de lucha por ser mejor, de lucha por ver a sus nietas, a sus hijos, a sus nueras, y a su yerno, y de lucha por tratar de contentar a todos aquellos que estaban cerca de ella. Han sido cuatro meses muy duros, sobretodo desde que hace muy poco, le enviaron a un hospital de Cercedilla, donde ha pasado los últimos días de su vida.
Una vida entregada a sus hijos y a su familia, a su esposo, Guillermo, hasta el día que también nos dejó. Mi madre fue quien me enseño a rezar, siendo bien pequeño, y Pilar quien me preparó para hacer la Primera Comunión. Además siempre nos tuvo mucho cariño a todos mis hermanos; ella, junto a su esposo y sus tres hijos vivían en el mismo barrio que nosotros, cerquita del Retiro.
Hoy, Pilar, se nos ha ido, y pienso que se nos ha ido, con el deber cumplido con creces. Sus últimas horas, ayer mi madre me decía que creía que no llegaría al jueves, han sido un ejemplo para todos los que la queríamos.
Esta tarde he podido charlar con sus hijos, de su madre, de su enfermedad, de sus hijos, y de todas las personas a quienes Pilar ayudo en algún momento de su vida.
Desde aquí quiero darle un sincero Homenaje a Pilar, pienso que te lo mereces, no es para menos. Felicidades Pilar porque has llegado a la meta, y seguro que disfrutas, ya, seguro, de la compañia de Guillermo, pero sobretodo, de Nuestro Señor y de su Madre la Virgen María.
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